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Sunday, March 23, 2008

Treinta | Thirty | Dreißig | 三十 | ثلاثون

Hace una semana cumplí 30 años, lo que quiere decir que si las estimaciones de esperanza de vida son correctas, estoy por llegar a la mitad de mi vida. Y estaba interesado en escribir justo el martes 18 de marzo, día en que los cumplía, pero resulta que empecé a festejar desde el sábado anterior y no me dió tiempo.

Al principio estaba deprimido porque dejaba el club de los 20's e ingresaba al de los treintañeros, lo cual a pesar de ser irremediable no deja de ser odioso, pero puedo afirmar que inicio esta nueva etapa con la certeza de que soy el dueño de mi destino, ya que hace quince años no planeaba ni por asomo vivir lo que he vivido y sigo abierto a las posibilidades que la vida pueda brindar.

Aun faltan cosas por hacer: no he escrito un libro, ni sembrado un árbol, ni tengo hijos, ni... que demonios!; no he hecho lo que la sociedad occidental espera que haga y me parece que tampoco lo haré, pero si en algún momento dejo de lado la decadencia y la marginalidad que me mantienen vivo, puede que aunque sea llegue a sembrar un árbol; pero por el momento hay cosas que consiguen asombrarme y ver oportunidades para hacer cosas y ese es el espiritú que nos conserva jóvenes. Y como dice la Loreley, lo mejor apenas empieza.

Saturday, March 08, 2008

Anarquía Tecnológica

Sóc aqui. Luego de casi 2 años sin computadora, he vuelto a la sociedad global-digital desde la comodidad de casa. La historia no es nada original: al mudarte de país, ciudad, casa, etc., es normal que pierdas algunas pertenencias en el proceso; y como a muchos otros en ésta decadente Barcelona, me robaron mi laptop e inicié una etapa de anarquismo tecnológico del que sólo sobrevivió mi cámara digital y un teléfono celular.

Vivir sin computadora en nuestros días no es algo imposible, de hecho, te devuelve ese espíritu romántico y rebelde que te permite ser libre. Es chido decirle a alguien: "no tengo ordenador" y que se queden mirándote como si fueras una reliquia recién descubierta... hasta que intentas hacer algún proyecto independiente y encuentras que en el cibercafé más cercano a ti no tienen photoshop o todo el sistema operativo está infestado de virus y por más que te apuras para acabar algún encargo, la conexión a internet es lenta o bien la velocidad de la máquina es mínima.

Así pues, aprovechando un préstamo del gobierno español a interés 0 -si, cero intereses por 36 meses- me compré una Mac, de nuevo... y da gusto que después de todo este tiempo, con procesadores Intel, siga siendo una Macintosh.

El problema ahora es encontrar los CDs y DVDs de respaldos que tenía y recuperar toda la música, las fotos y archivos de antaño. El teclado ha vuelto de casa del Marc y lo del mouse es genial, ya que el aparatito decidió que la vida en Cádiz era mejor y se quedó allá, pero lo enviarán de regreso a BCN en los próximos días. 

Hay momentos en los que pienso que esto de volver al mundo digital fue un error, que no necesito estar en línea ni viviendo cosas virtuales cuando las reales son mejores y, cuando llego a esa conclusión, veo el calendario y resulta que faltan solo 2 meses para volver a Ibiza y claro, la computadora no tiene cabida en el paraíso y se quedará en BCN con el resto de las cosas del invierno. 

Parece que la anarquía tecnológica ganó la partida.